Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo… Filipenses 1:9-10 NVI
Este texto parece pequeño, pero es súper profundo. ¡De que tremenda manera conecta la pureza, el discernimiento, la justicia y el entendimiento, con los niveles de amor en nuestra vida!
Entiendo que, si me permito amar menos, mi entendimiento se entenebrece, dejo de pensar justamente y se me pierde de vista la perspectiva de Dios. Termino haciendo lo que no le agrada.
Las malas acciones son las que otros perciben, pero la raíz de ellas está en que descuidé amar en abundancia. Por eso Pablo oraba para que el amor abunde. Luego, todo lo demás madura y crece a la medida de Cristo.
¿Cómo están nuestros niveles de amor? ¿Puedo evaluar mi vida en una condición de buen juicio, entendimiento profundo y espiritual, pureza e integridad? Si la respuesta no es muy positiva, entonces es tiempo de llenarnos del amor de Dios en oración. Todas estas cosas vienen como fruto del amor y nunca separadas de él. ¿Te atreves a hacerlo?
Deja una respuesta